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octubre 15, 2007

Breve referencia histórica del e-mail (I)

(Fragmento del libro "El e-mail en el trabajo. Manual de Supervivencia. Soluciones y Consejos. www.libroscograf.com)

Con esta reseña quiero poner sobre la mesa un marco de referencia útil sobre algunas de las condiciones que dieron origen al correo electrónico y las ideas que cruzaban ese proceso.

Internet dio sus primeros pasos como un proyecto de defensa de los Estados Unidos. A finales de los años 60, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Pentágono (abreviado en inglés como ARPA) planteó la necesidad de un sistema para garantizar la comunicación entre lugares alejados en caso de ataque nuclear.

El primer nodo de aquel sistema fue instalado en la Universidad de California (UCLA), en 1969. En diciembre de ese año la pequeña red llegó a cuatro nodos, y se llamó ARPANET (Advanced Research Projects Agency Network). Esas cuatro computadoras podían transferir información a través de líneas dedicadas de alta velocidad, y los científicos e investigadores podían compartir las facilidades de otras computadoras, a distancia.

El correo electrónico fue creado en 1971 por Ray Tomlinson. En ese tiempo existía un sistema de mensajería en cada computadora (que era compartida por varios usuarios), pero no había un programa de correo propiamente dicho, que permitiera enviar un mensaje de un usuario a otro.

Lo que se hacía era colocar en un directorio predeterminado el archivo que contenía el mensaje que queríamos que fuera leído. De ese modo, cuando el destinatario quería saber si tenía correo, entraba en dicho directorio y revisaba si había algo. Como si se tratara de una especie de cartelera, pero dentro de la computadora.

Tomlinson tuvo la idea de crear un programa que permitiera enviar estos mensajes de una computadora a otra distinta. Como necesitaba separar de algún modo el nombre del usuario de la máquina desde la que se enviaba el correo, eligió la arroba (“@”) como divisor entre el nombre del usuario y el de la computadora en donde se ubica el buzón de correo.

En inglés el símbolo “@” se pronuncia “at”, que significa “en” o “en tal lugar”. En este sentido, podríamos decir “estoy en Caracas” expresándolo como “estoy @ Caracas”. Mi dirección de e-mail jucar@cograf.com, se debe leer como el buzón de correo de “jucar” ubicado en el dominio “cograf.com”.

El nombre e-mail (una contracción de “electronic mail”) viene de la analogía con el correo postal: Ambos sirven para enviar y recibir mensajes, y se utilizan “buzones intermedios” (ubicados en servidores), en donde los mensajes se guardan hasta que sus destinatarios los retiran.

Originalmente la red ARPANET tenía el propósito de que se procesaran datos a distancia, pero en esos días, lo que se movía por allí eran noticias y mensajes personales. Los investigadores estaban usando ARPANET para colaborar en proyectos, intercambiar notas sobre sus trabajos y, eventualmente, enviarse uno que otro chismecito.

No era que sólo utilizaran ARPANET para las comunicaciones persona a persona, pero había mucho entusiasmo por esta posibilidad, mucho más que por la computación a larga distancia. Eso generó mucha presión para que se desarrollara intensamente el correo electrónico y surgieran las primeras listas de distribución...