La coyuntura económica actual unida a la incertidumbre en el puesto de trabajo ha disparado en un 16% la utilización de comunidades sociales y redes profesionales en Internet para reforzar las relaciones laborales, según un estudio elaborado por Nielsen Online.
Según el análisis, esta nueva situación está provocando que el "arte de saber relacionarse" o "networking" tenga también su reflejo más inmediato en la red, donde los profesionales acuden con el objetivo de dejarse ver, establecer contactos con otros colegas de mercado, así como intercambiar ideas o estar al día.
Durante el pasado mes de septiembre los usuarios de estas comunidades destinaron más de dos horas a relacionarse en la red, duplicando el tiempo empleado en el mismo periodo del año anterior.
Llama la atención sobre el uso que hacen los internautas de estas redes sociales desde el trabajo. Así, sorprende que el 37% de ellos se conectara desde su puesto laboral durante el pasado mes de septiembre, llegando a pasar incluso más de dos horas buceando por estas páginas.
septiembre 30, 2008
septiembre 16, 2008
Ineficiencia de las discusiones corporativas a través del e-mail
En las empresas se producen ciertas "discusiones" a través de correos electrónicos que no finalizan satisfactoriamente hasta que se da una conversación verbal entre los involucrados.
En el año 2004 comencé a ver las consecuencias de esta situación, mientras daba un asesoramiento sobre calidad de atención al cliente a una empresa de servicios tecnológicos.
A pesar de que eran ingenieros especializados, con una excelente formación académica e insdicutibles competencias técnicas, tenían grandes dificultades para escribir ciertos mensajes a los clientes que después no necesitaran "aclaratorias" a través de una conversación telefónica o cara-a-cara.
En ciertos casos críticos o complejos relacionados con los servicios que recibían, la credibilidad y la confianza por parte de los clientes sólo quedaba satisfecha después de una comunicación verbal y no de un mensaje escrito (aunque esto no lo comentaran explícitamente los clientes).
La situación se repetía una y otra vez, durante varios meses y con diferentes tipos de clientes. Y después confirmé el mismo patrón con otras empresas diferentes a quienes tuve la oportunidad de asesorar.
Aunque tuvieran una buena formación técnica, a casi todas las personas les costaba mucho darse cuenta y aceptar que en ciertos casos el e-mail no era el medio de comunicación más adecuado para obtener credibilidad y confianza. Era el recurso más cómodo para ellos, pero no el más eficiente con los clientes.
Ellos disfrutaban del hecho de poder escribir el mensaje cuando podían y no de manera inmediata, y no tenían que oir y/o ver al cliente mientras afrontaban una situación delicada de servicio. Aunque paradójicamente sabían que más temprano o más tarde tendrían que darle la cara al cliente.
Muchos pensaban que sólo necesitaban mejorar sus habilidades de redacción, algo que era cierto pero no era la principal mejora que debía hacerse. Pero ninguno llegaba a considerar que en ciertas condiciones en la relación con los clientes el e-mail no era el medio más apropiado de comunicación.
Ciertos estudios indican que cuando hay emociones involucradas, es muy fácil que la interacción a través de mensajes escritos se vea afectada con malas interpretaciones de los significados del mensaje.
En el mejor de los casos, cuando los involucrados tienen grandes habilidades de redacción, una discusión por escrito puede tardar 3 ó 4 veces más del tiempo que tomaría tener el mismo intercambio por teléfono o cara-a-cara.
Así que, si quieres recuperar calidad de vida y que el tiempo te rinda más en el trabajo, evita discusiones y aclaratorias a través del correo electrónico.
En el año 2004 comencé a ver las consecuencias de esta situación, mientras daba un asesoramiento sobre calidad de atención al cliente a una empresa de servicios tecnológicos.
A pesar de que eran ingenieros especializados, con una excelente formación académica e insdicutibles competencias técnicas, tenían grandes dificultades para escribir ciertos mensajes a los clientes que después no necesitaran "aclaratorias" a través de una conversación telefónica o cara-a-cara.
En ciertos casos críticos o complejos relacionados con los servicios que recibían, la credibilidad y la confianza por parte de los clientes sólo quedaba satisfecha después de una comunicación verbal y no de un mensaje escrito (aunque esto no lo comentaran explícitamente los clientes).
La situación se repetía una y otra vez, durante varios meses y con diferentes tipos de clientes. Y después confirmé el mismo patrón con otras empresas diferentes a quienes tuve la oportunidad de asesorar.
Aunque tuvieran una buena formación técnica, a casi todas las personas les costaba mucho darse cuenta y aceptar que en ciertos casos el e-mail no era el medio de comunicación más adecuado para obtener credibilidad y confianza. Era el recurso más cómodo para ellos, pero no el más eficiente con los clientes.
Ellos disfrutaban del hecho de poder escribir el mensaje cuando podían y no de manera inmediata, y no tenían que oir y/o ver al cliente mientras afrontaban una situación delicada de servicio. Aunque paradójicamente sabían que más temprano o más tarde tendrían que darle la cara al cliente.
Muchos pensaban que sólo necesitaban mejorar sus habilidades de redacción, algo que era cierto pero no era la principal mejora que debía hacerse. Pero ninguno llegaba a considerar que en ciertas condiciones en la relación con los clientes el e-mail no era el medio más apropiado de comunicación.
Ciertos estudios indican que cuando hay emociones involucradas, es muy fácil que la interacción a través de mensajes escritos se vea afectada con malas interpretaciones de los significados del mensaje.
En el mejor de los casos, cuando los involucrados tienen grandes habilidades de redacción, una discusión por escrito puede tardar 3 ó 4 veces más del tiempo que tomaría tener el mismo intercambio por teléfono o cara-a-cara.
Así que, si quieres recuperar calidad de vida y que el tiempo te rinda más en el trabajo, evita discusiones y aclaratorias a través del correo electrónico.
septiembre 04, 2008
"Email at the workplace" en Amazon.com
Cuando visite Amazon.com, aproveche la ocasión de obtener una valiosa asesoría para su empresa sobre el uso adecuado del correo electrónico en el trabajo, como un factor clave de productividad.
El libro El e-mail en el trabajo ahora está traducido al inglés, E-mail at the workplace, y está disponible en Amazon.com. Constituye una lectura estimulante y sencilla que, como a muchos de los lectores que lo recomiendan, le permitirá construir nuevos criterios sobre los aspectos que determinan la efectividad del correo electrónico como herramienta laboral.
E-mail at the workplace no es un libro sobre tecnología. Es una guía práctica para enfrentar los desafíos de un medio que puede ser un aliado o un enemigo de la productividad en su negocio.
Después de leerlo lo recordará con frecuencia cada vez que escriba o reciba un e-mail.
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